Virgen de Lourdes de la Casa de Bilbao-MoyúaLa vida de la Madre Rosario, contemplada en su plenitud, fue una vida totalmente entregada a los enfermos más pobres y necesitados; ella había querido asumir hasta sus últimas consecuencias, el destino de los acogidos en sus casas, aquellos por los que había dado su vida.

Por eso al final de sus días, Dios dispuso las cosas para que su mayor anhelo se hiciera realidad: vivir y morir como Dios quiere.

Había sido lema en su vida: cumplir en todo la voluntad de Dios.

El día de la Virgen de Lourdes fue muy hermoso: la Madre, enferma, estaba junto a la capilla como participando de la fiesta que se celebraba con más esplendor y fervor que nunca. Cuando acabó todo, las hermanas empezamos a notar que la respiración era más débil y de rodillas, rodeando su cama, rezamos el santo rosario y al finalizarlo expiró.

De la mano de la virgen de Lourdes, de la que tan devota era, llegó a la casa del Padre, el 11 de febrero de 1991 en Bilbao.