Como todos los años, las Casas del Sagrado Corazón han celebrado el Triduo Pascual de la manera más recogida y participativa posible por parte de los acogidos. En algunas casas se sale a ver procesiones; este año como la semana se presentaba con agua casi no ha sido posible. En Albacete, una de las Hermandades, «La Macarena» viene a la Casa y los acogidos acompañan a la Virgen desde la esquina del parque hasta la misma casa. Recorre los alrededores del terreno de la casa y allí le bailan y cantan saetas. Este año, fue más breve por la amenaza de lluvia.
El jueves Santo se celebraron los Oficios y se realizó el gesto del lavatorio de los pies. En la Casa de Albacete ocurrió la siguiente anécdota: Uno de los más mayores de la Casa de Albacete, al ver que iban lavando a cada uno, esperó al sacerdote en su sitio nervioso para que no le pasara por alto; cuando le tocó el turno puso las manos muy serio y formal, en vez de los pies, pensando que eso es lo que había que hacer y satisfecho porque él también había participado en ese signo de la Eucaristía.
El viernes Santo se rezó el Via Crucis en la Capilla y cada acogido fue cogiendo la cruz en cada estación. En la Vigilia Pascual, tras la Celebración se invitó a todo el mundo a dulces típicos de la ciudad.