Fernando Bueno, religioso de los Sagrados Corazones fue ordenado sacerdote en Madrid el sábado 21 de febrero. A la semana fue a Regina Mundi para celebrar una de sus primeras misas en esa casa que tan importante ha sido, y sigue siendo, en su vida. Durante la Eucaristía estuvo acompañado por Pablo Márquez, sacerdote también de los Sagrados Corazones y amigo de la Institución. La capilla estaba llena: hermanas, acogidos de la casa, voluntarios, familiares… Fue una celebración muy bonita y emotiva.
En la homilía asemejó la casa de Regina Mundi con el relato evangélico de la transfiguración: una casa blanca en lo alto de una colina, paredes blancas, sábanas blancas, hábitos blancos… Una casa que cuando se pasa por ella te cambia la mirada, te cambia el modo de amar, de aumenta la confianza en Dios… Una casa que cuando se entra en ella ya no se quiere salir: ¿Qué a gusto se está aquí!. Al final de la Eucaristía Fernando dio las gracias por la Institución y, en especial, por la casa de Regina Mundi. Reconoció que su vocación médica, religiosa y sacerdotal se ha ido forjando poco a poco en su recorrido por Regina, en el contacto con los acogidos y las hermanas. Finalmente pidió que rezaran por él, para que pudiera ser un buen sacerdote, un sacerdote al estilo del corazón de Jesús.