La familia del Sagrado Corazón de Jesús, niños, jóvenes junto a las hermanas, damos gracias a Dios por la vida de Ana Laura Pino, que fue acogida en el Hogar de Oruro siendo muy niña y ahora desde el cielo cuida de todos sus hermanitos que tuvieron la suerte de compartir todos estos años con ella.
Ana «Grande», como así la llamábamos, falleció el 22 de septiembre, debido a una neumonía. Ana tenía Síndrome de Down con retraso mental profundo, pues era una niña de carácter siempre sonriente y cariñosa. Desde su silla de ruedas extendía la mano como pidiendo cariño o al menos una caricia.
Ahora ya está gozando de la presencia de Dios, después de haber estado con nosotras más de 15 años. Todos la recordamos con mucho cariño.