A los pocos años de consolidarse la IBSCJ en Bilbao, la Madre desea abrir una segunda casa en Sevilla, su ciudad natal, animada por el cardenal Segura.
Empiezan, pues, a buscar una casa que reúna las condiciones necesarias. La Madre, acompañada de su hermana Carmen y de su prima Amelia Medina Vilallonga, visitan y recorren varios lugares, hasta que en una de las laderas del Cerro de S. juan de Aznalfarache, junto al Monumento de los Sagrados Corazones, encuentran una casa en venta, que desde el primer momento les parece que es la que van buscando: «Villa Alfaro», cuya fecha de construcción, 1911, era el año en que nació la Madre.
Por fin, el 15 de febrero llega la Madre con la Hna. María Martínez y la Hna. Sabina Zamalloa, llenando de alegría la casa, y el 4 de marzo, el P. Castillo sj., celebra la primera Eucaristía, quedando el Santísimo en el Sagrario.
Con la casa ya acondicionada, se van acogiendo enefermos y necesitados, los más urgentes. El Cardenal pide que por la proximidad de los colegios no se acojan enfermos tuberculosos.
En agosto de 1955, la Madre Teresa llega como superiora a Regina Mundi, dejando un recuerdo inolvidable por su sencillez y entrega a los enfermos.