¡Feliz Pascua!
Esta Semana Santa hemos podido disfrutar de un grupo de jóvenes que venían a Granada para celebrar la Pascua Juvenil, animada por los Misioneros Combonianos. Varios Combonianos, postulantes, y jóvenes de diversos sitios de Andalucía, nos han ayudado en nuestra Misión de cada día y han aportado su chispa de alegría en la Casa.
En la Celebración del jueves Santo, participamos de momentos intensos cuando el celebrante y H. Conchi se agachaban para lavar los pies a seglares y enfermos, con mucha sencillez. Fue un momento muy emotivo. La alegría que se respiraba en el día del Amor se transmitía a través de los cantos con guitarra y de la paz que se percibían en las miradas de los enfermos. El regalo del día fue la llegada de un acogido nuevo, que vivía solo y en condiciones muy malas en una cueva del Albaycín. Y así se ha convertido en un miembro más de esta Familia.
Tras la Celebración nos dividimos. Un grupo se quedó en casa para acompañar al Santísimo en el Monumento y otro, ayudados por los voluntarios, fuimos a ver la Procesión de la Estrella. Fue divertido, y llamaba la atención, ver tantas sillas de rueda en la calle y tanto entusiasmo en los que empujaban cuesta arriba.
El paso de la Virgen dedicó una «levantá» a nuestros enfermos que disfrutaban en primera fila. Impresionaba ver la devoción con que muchos rezaban ante los pasos, o aplaudían alegres.
Por la noche, la comunidad al completo, los combonianos y jóvenes de la Pascua Juvenil, tuvimos una Hora Santa ante el Santísimo, para cerrar un día tan completo.
El Viernes Santo, tuvimos un Via Crucis por toda la Casa, en donde los enfermos se encargaban de llevar la cruz en cada estación. Tanta ilusión les hizo participar de esa manera en el Via Crucis que reclamaban la Cruz. Nos acompañaron muchos colaboradores.
El Sábado Santo fue el día del Desierto para los Jóvenes y en la Casa, mientras, preparábamos la Fiesta de la Vigilia Pascual; porque se trataba de una Fiesta y así queríamos celebrarlo. Durante el día fueron muchos los que adoraron la Cruz, y acompañaron a María.
Vigilia Pascual: Oscuridad, sólo el fuego, las velas y el silencio sepulcral. Por fin se hacía la luz, se cantaba con una alegría interior grande. Durante el Gloria se retiró la sábana que cubría simbólicamente al Crucificado: Cristo resucitaba, todo se llenaba de luz. Momento anecdótico, pues la cuerda que sujetaba la tela se enganchó y costó descubrir a Cristo y mostrar con ello que llegaba La Luz.
A medida que avanzaba la Celebración, más cercanos y animados nos sentíamos, los enfermos acompañaban los cantos y la guitarra con palmas y sonreían sin disimulo. El momento de la paz nos unió a todos, pues todos dimos la paz a todos. La ocasión lo merecía, y el sacerdote así nos lo sugirió. Muy cercano el Misionero Ramón que no dudó en «bañarnos» con el agua bendita en el momento de la Renovación de las promesas bautismales.
En la Comunión se nos regaló con las dos especies y muchos enfermos no pudieron ocultar su alegría ante un regalo así.
Cuando acabábamos la Celebración, los jóvenes tiraron desde el coro globos que a todos nos sorprendieron y con ello dábamos lugar a la gran Fiesta del Cristiano: la Resurrección de Cristo, y como en toda Fiesta cantamos y disfrutamos de un chocolate calentito y de roscos caseros que nos hicieron varias voluntarias.
¡¡Feliz Pascua de Resurrección a todos!!!