Irene López es una joven de San Fernando (Cádiz), que ha realizado un campo de trabajo este verano en la Casa de Granada. Vino junto a un grupo de jóvenes de la Compañía de María, y este es su testimonio sobre la experiencia vivida en la Casa:
«Mi experiencia en la Casa del Sagrado Corazón de Granada,se puede definir con una palabra: inolvidable. Nunca había estado en un sitio como éste, donde se acoge al necesitado, donde hay mil historias diferentes tras cada persona, donde te sientes como en una familia.
Tengo que decir que no todo fue fácil, hay que tener en cuenta las dificultades de los residentes y conocerlos un poco para poder llevarlos mejor. Pero todo esfuerzo tiene su fruto, y el fruto merece la pena. Allí he aprendido más de lo que he enseñado, he bajado a la realidad para darme cuenta de lo afortunados que somos, de que no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita. Porque a pesar de las dificultades, gracias al cariño que hay en esa gran familia y a la ayuda mutua se respira ese aire de felicidad que te inunda y hace que quieras volver. Para terminar, no me queda más que recomendar a todo el que lea esto que venga a conocer a toda esta gente magnífica y agradecer el poder haber formado parte de esta familia».