Los jóvenes que durante años han venido colaborando como voluntarios a la Casa de Regina Mundi, en Sevilla, dirigidos por los SSCC, dedicaron unas sencillas palabras de despedida a «Chico», un acogido muy especial, que desde su cama, ha acercado a muchas personas a Dios: «Señor, queremos darte gracias por Chico, por ponerlo en nuestras vidas y por compartir con nosotros cada sábado. Queremos darte gracias por acercarte a nosotros y cambiarnos desde lo profundo a través de él. Porque no le hacían falta palabras para convertirse en alguien fundamental dentro de los corazones de todos nosotros.
Gracias Señor por todos los momentos que juntos hemos compartido; momentos de cuidados y sufrimiento pero también, y sobre todo, momentos de alegría y risas. Y tantos otros momentos del día a día, donde simplemente íbamos a hablar con él, a contarle cómo estábamos o qué nos había pasado durante la semana, y preguntarle qué tal estaba él, para que nos contestara como mejor sabia, con su vida.
Hoy los voluntarios queremos darte gracias Señor por Chico, por su vida, por la casa donde vivió los últimos 21 años, y por el testimonio tan grande de amor que veíamos en cada persona que se acercaba a él, especialmente en las hermanas de esta casa y en su padre, que tantos años vino sábado tras sábado a verle y ha sido ejemplo de amor, cariño, compromiso, entrega y sacrificio total e incondicional a su hijo, y que han servido durante tantos años de modelo para muchísimos de nosotros.
Por todo ello, te damos gracias Señor.